Imágen tomada de Iglesia Filadelfia |
Génesis 12:1-9 “(1) Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu
tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te
mostraré. (2) Y haré de ti una nación grande, y te
bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. (3) Bendeciré a los que te bendijeren, y a los
que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la
tierra. (4) Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot
fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de
Harán. (5) Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot
hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que
habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de
Canaán llegaron. (6) Y pasó Abram por
aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encino de More; y el cananeo
estaba entonces en la tierra. (7) Y apareció
Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí
un altar a Jehová, quien le había aparecido.
(8)
Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su
tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a
Jehová, e invocó el nombre de Jehová. (9) Y Abram
partió de allí, caminando y yendo hacia el Neguev.”