“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas” (Proverbios 31:10).

¿Qué es lo que un esposo cristiano desea de su esposa? Lo siguiente es una lista de sugerencias. Confío, en que el que lea entienda que es imposible que todo lo que en ella se enumera esté presente en una mujer.

En primer lugar, debe ser una mujer piadosa, que no sólo ha nacido de nuevo sino que tiene un sentir espiritual. Pone a Cristo en el primer lugar de su vida. Es una mujer de oración y es activa en el servicio del Señor. Es una mujer de carácter e integridad cristianas a quien su marido respeta, y que a su vez respeta a su marido.

Toma el lugar de sujeción que Dios le ha dado y ayuda activamente a su esposo para que tome su lugar como cabeza del hogar... Es fiel a sus votos matrimoniales... Es esposa amorosa y madre cuidadosa de sus hijos... Es pulcra y atractiva; no va a los extremos en el vestido; sabe ser femenina sin ser remilgada.

Como esposa ideal es una buena ama de casa. Acepta que el hogar es su lugar de ministerio, ella misma lo mantiene limpio y ordenado. Administra los asuntos de su hogar con eficiencia. Sirve comidas sabrosas regularmente, abre las puertas de su casa a los demás. Se orienta a su marido, no viceversa, y comparte las mismas metas e intereses que él.

Cuando surgen diferencias, está dispuesta a resolverlas hablando con franqueza sus problemas en vez de guardarlos en secreto, poner mala cara o irritarse. Si algo ha hecho mal, se disculpa y reconoce sus errores.

No es murmuradora ni se entremete en los asuntos ajenos. Tiene un espíritu afable y apacible y no es contenciosa o criticona.

Esta esposa coopera para vivir dentro de los límites económicos del marido. No vive obsesionada por el deseo de poseer cosas lujosas, y no se afana en ser más que los demás. Si es necesario, está decidida a aceptar la adversidad.

Se entrega alegremente a su esposo para disfrutar juntos del deber conyugal sin mostrarse pasiva, insensible o indiferente.

Es digna de toda confianza. Además es optimista, siempre está animada y de buen humor y no se le va el sueño tratando de escalar altas posiciones en la sociedad. 

Cuando los esposos encuentren éstas y otras cualidades en sus esposas deben estar agradecidos. Ellas, a su vez, pueden emplear estas sugerencias como ayuda para ascender más alto.

William MacDonald

De día en día ("Editorial Discípulo")