Santiago 1:22 "Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos."
Puede alguien saberse de memoria la Biblia, puede alguien mantener una vida religiosa de no faltar a un solo servicio dominical, puede incluso alguien enseñar la Palabra de Dios y entenderla a la perfección, pero si no se ve reflejada en sus hechos y actitudes, que valor tiene.
Una frase conocida dice: "Hablame más fuerte porque tus hechos no me dejan escuchar", es absolutamente cierto, nuestros hechos tienen mayor peso que nuestras palabras, es por ello que debemos ser congruentes, más aun si sabemos que nos conviene.
Escuche que alguien comento que estaban platicando siervos y siervas del Señor de diferentes países respecto a cuales técnicas eran mas eficientes para llevar el evangelio de salvación, hubo quien habló del uso de folletos con el mensaje, alguien dijo de las campañas evangelísticas con grupo musical y grandes predicadores, y entonces una sierva si no mal recuerdo del continente africano dijo, pues nosotros no repartimos folletos ni hacemos campañas evangelísticas, solo mandamos a una familia a vivir en las aldeas donde no conocen de Dios, para que los vean como viven y cuando la gente los ve, dice yo quiero ser como ellos y entonces empezamos a compartirles el evangelio y cuando nos damos cuenta ya toda la aldea se convirtió a Cristo.
Que gran impacto tienen nuestros hechos, seamos pues hacedores de la palabra.
