Salmos 43:4 "Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío."
De los momentos más felices que uno puede experimentar, uno de ellos tiene que ser cuando alabamos a Dios, cuando le adoramos con cánticos y con toda clase de instrumentos, el corazón se llena de gozo y la presencia de Dios inunda nuestro ser.
Bien menciona Danny Berrios en uno de sus discos antes de iniciar la canción Cristo viene, "ojala nos encuentre así", porque es en el momento que adoramos y alabamos cuando nos empezamos a sentir más cerca de él y su presencia nos transforma, es ahí cuando podemos experimentar con mayor claridad el gozo de la salvación y como el Espíritu Santo nos dignifica para ser agradables a nuestro Señor.
Alábale hoy, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente, no importa donde estés, puedes dedicar unos minutos para nuestro Dios y reconocer su grandeza, su majestad, su poder, su amor, su gloria, rindiendote a él por completo, por gratitud, por amor, por honor, alábale, solo alábale, deja salir esa lluvia de palabras que tienes para él, deja que de tu corazón fluya el deseo de reconocerle y adorarle.
Nuestro Dios se merece que en todo tiempo lo tengamos presente, que en todo tiempo le alabemos, no solo en el altar sino en cada instante de nuestra vida, no esperes al domingo, alábale hoy.
