1 Crónicas 29:3 "Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios:"
Qué difícil parece en ocasiones desprenderse de las cosas materiales, aquí el rey David nos deja una gran lección de generosidad, en versículos anteriores menciona todos los materiales que ha ido reuniendo para la construcción de la casa de Dios, pero no se queda ahí, solo como un buen administrador que ha visto la manera de conseguir lo necesario, sino que él quiere ahora contribuir directamente con algo suyo, por eso dice: "yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que,...he dado para la casa de mi Dios.".
¿Qué guardas en tu tesoro particular para nuestro Dios?, para el rey David llego el tiempo de entregarlo, para que su hijo Salomón construyera el Templo, esta palabra hoy es para ti, el tiempo ha llegado en que debes entregarlo, para el terreno, para el templo, para un misionero, para un predicador, para tu pastor, para lo que Dios lo ha puesto en tu corazón, sueltalo ya, el tiempo llegó.