Mateo 12:22-50



La blasfemia contra el Espíritu Santo



Mateo 12:22-50(22)  Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.  (23)  Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David?  (24)  Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.(I)  (25)  Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.  (26)  Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?  (27)  Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.  (28)  Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.  (29)  Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.  (30)  El que no es conmigo, contra mí es;(J) y el que conmigo no recoge, desparrama.  (31)  Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.  (32)  A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.(K)  (33)  O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.(L)  (34)  ¡Generación de víboras!(M) ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.(N)  (35)  El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.  (36)  Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.  (37)  Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.



La generación perversa demanda señal



(38)  Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.(O)  (39)  El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal;(P) pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.  (40)  Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches,(Q) así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.  (41)  Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás,(R) y he aquí más que Jonás en este lugar.  (42)  La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón,(S) y he aquí más que Salomón en este lugar.



El espíritu inmundo que vuelve



(43)  Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.  (44)  Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.  (45)  Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.



La madre y los hermanos de Jesús



(46)  Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar.  (47)  Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar.  (48)  Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?  (49)  Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.  (50)  Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.”