Recomendaciones de Jesús Parte 1



http://yohanan.no.sapo.pt/biblioteca/Christ_Sermon.jpgTesoros en el cielo



Mateo 6:19-34(19)  No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;  (20)  sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.  (21)  Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.



La lámpara del cuerpo



(22)  La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;  (23)  pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?



Dios y las riquezas



(24)  Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.



El afán y la ansiedad



(25)  Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?  (26)  Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?  (27)  ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?  (28)  Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;  (29)  pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.  (30)  Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?  (31)  No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?  (32)  Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.  (33)  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.  (34)  Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”