Imágen tomada de Wikipedia |
Mateo 5:1-12 “(1) Viendo
la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. (2) Y abriendo su boca les enseñaba,
diciendo: (3) Bienaventurados los
pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. (4) Bienaventurados los
que lloran, porque ellos recibirán consolación. (5) Bienaventurados los
mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. (6) Bienaventurados los
que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. (7) Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. (8) Bienaventurados los
de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. (9) Bienaventurados los
pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. (10) Bienaventurados los
que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino
de los cielos. (11) Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os
persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. (12) Gozaos y alegraos,
porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los
profetas que fueron antes de vosotros.”