Efesios 4:28 "El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad."
Este texto es uno de los ejemplos más claros en la Biblia de la sustitución de hábitos, a partir de que recibimos a Cristo como Señor y Salvador, de que le creemos y tomamos la palabra de que somos nuevas criaturas, al haber nacido de nuevo, es fundamental que iniciemos con un proceso de sustitución de hábitos.
Al confrontarnos con la escritura tendremos que dejar hábitos malos para sustituirlos por hábitos buenos, pero además debemos agregar el extra que solo es posible por el amor que ahora tenemos en nuestro corazón.
Así en esta cita vemos que el que tenía el hábito de hurtar, ahora debe sustituirlo por el hábito de trabajar pero además compartirá con los que padecen necesidad, esto último es la misericordia resultado del amor y de los frutos del Espíritu.
El Espíritu de Dios nos ayudará en este proceso de transformación, nosotros debemos poner la voluntad y la disposición.
