Mateo 23:28 "Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad."
Como hijos de Dios, somos llamados a ser la sal de la tierra, hijos de luz, mostrarnos de esta manera es un deber, pero al mismo tiempo necesitamos que en nuestro interior el Espíritu de Dios obre la transformación, porque de que sirve mostrarnos como justos cuando tenemos malos sentimientos, pensamientos e intenciones.
No debemos olvidar que Dios mira los corazones, la transformación debe darse de adentro hacia afuera, así como las mariposas que son inicialmente una oruga, después un capullo que por fuera no tiene belleza pero que al interior se esta desarrollando lo que después será una hermosa mariposa.
Seamos transparentes ante Dios y ante los hombres, hagamos a un lado la falsedad y la incongruencia, logremos con nuestro testimonio que el nombre de Dios sea glorificado pero cuidando también nuestro corazón y nuestra alma para tener un lugar en el cielo.
