Talvez hoy te sientas enfermo, triste, deprimido, desesperado, sin deseos de moverte, estas tan agobiado por lo que esta ocurriendo en tu vida, que no te interesa nada, posiblemente estas recostado en tu cama solo viendo al techo y sin que sepas exactamente porque, una lágrima empieza a correr desde tus ojos hasta llegar al cuello.
Pasan por tu mente pensamientos que no puedes controlar, puedes escuchar de golpe voces que te dicen: ¡No sirves para nada! ¡Nunca vas a cambiar! ¡Solo has venido al mundo a sufrir y a hacer sufrir a otros! ¡Nunca dejaras de ser el mismo tonto!, y la lluvia sigue, cuando te das cuenta ya tienes tus manos entre tus cabellos, estas enredado entre tus piernas y a punto de gritar de desesperación.
continua leyendo...